Hacer deporte con frío sin perder las manos ni la nariz es posible.

Salir a correr, a montar en bici o hacer una ruta por la montaña rodeados de nieve y con el viento aullando en nuestros oídos también es un planazo. Además los deportistas tenemos la “fea costumbre” de no dejar que nada interrumpa nuestros entrenamientos o sesiones, caigan chuzos de punta o haga un calor insoportable. Solo es cuestión de preparase bien para ello.

En verano tenemos la lección más aprendida, beber suficiente agua para mantenernos hidratados, protegernos de una insolación y por supuesto, embadurnarnos bien de protector solar. Pero en invierno nos abrigamos bien, abrigos, ropa térmica, calcetines gorditos, guantes impermeables… pero nos olvidamos proteger nuestra piel (total está tapada y no le damos importancia).

Y claro… llega a nuestra piel la sequedad extrema, perniosis (sabañones), telangiectasias o arañas vasculares en la cara, fenómenos de Raynoud (dedos de las manos fríos y que tornan en color blanco, azulado y rojo) e incluso congelación de extremidades.

Pero ¿Por qué sufre más nuestra piel en invierno? 

Los montañeros saben que la piel sufre más en invierno

1. El viento junto con el frío: provocan una disminución de la humedad ambiente que produce el arrastre del agua del estrato córneo (capa superficial de nuestra piel) dejándola más debilitada y expuesta a agresiones externas.

2. El frío: durante el invierno, las manos y los pies se enfrían de forma más intensa. La realidad es que es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo que utiliza el sistema cardiovascular del organismo para cerrar los vasos que llevan la sangre (caliente) a la piel (vasoconstricción) y evitar una pérdida mayor de calor. De este modo, la piel queda menos irrigada por agua y nutrientes, lo que hace que este menos flexible, más proclive a la deshidratación y con más probabilidad de ser dañada.

3. Y en menor medida, la humedad: en invierno es fácil que nuestra ropa se moje con lluvia, nieve o sudor... y que permanezca horas en contacto con nuestra piel. Esto puede fomentar el enfriamiento del cuerpo por una parte, y por otra, que se produzca una "maceración" de la piel favoreciendo un caldo de cultivo para los microorganismos, especialmente en los pies.


    ¿Cómo proteger la piel del deportista en invierno?

    El viento y el frío perjudican la piel del montañero

    1. Prevenir y combatir la deshidratación acentuada por el frío: hay que elegir una buena crema hidratante que incluya componentes "humectantes", que atraigan el agua dentro de la piel, como la glicerina, y componentes con efecto oclusivo, que sirven de barrera para impedir la pérdida de agua epidérmica, como la lanolina. Nuestra Crema de Manos Regenerante incluye además componentes que recuperarán tu piel de las consecuencias de la deshidratación extrema.

    2. Abrigarse bien para impedir una vasoconstricción excesiva y siempre llevar ropa de repuesto en caso de se moje (sobre todo guantes y calcetines). No hay que forzar en la montaña, y tampoco con nuestra piel: si alguna parte de la piel se transforma en color púrpura se debe acudir al médico de inmediato y no esperar a que se convierta en color negro.

    3. Proteger el rostro, mejillas, labios y punta de la nariz, lo ideal es utilizar una crema que sirva de aislante (igual que en el resto del cuerpo lo es la ropa). Nuestro Bálsamo Neutro te protegerá de la deshidratación, el frío y el viento, ayudando a que no se produzca la irritación en las fosas nasales típica de la “gotita” o las arañas vasculares en mejillas. Además, protege tus los labios de forma natural evitando que se resequen, agrieten o que lleguen incluso a sangrar.

    4. Protección solar: el deporte al aire libre es sano, pero no debemos olvidar la gran cantidad de radiación ultravioleta a la que sometemos a nuestra piel también en invierno, es muy importante utilizar un fotoprotector a diario, de máxima protección si se realizan deportes de invierno, ya que la nieve y la altura aumentan la cantidad de rayos ultravioleta a la que estamos expuestos. Utiliza protectores de barrera física y evita aquellos que contienen sustancias alergénicas, disruptores endocrinos o sustancias dañinas para el medio ambiente. En Najara Biocosmetics estamos trabajando en una crema solar de 100% origen natural, con filtros físicos y potenciadores vegetales que respete tu piel y la naturaleza.

    5. Evitar cambios bruscos de temperatura, nada de poner las manos al fuego o reconfortantes duchas con agua caliente que pueden fomentar la aparición de las arañas vasculares.



     

     

     

    En fin, que ya podemos salir ¡a disfrutar del frío!

     
    short-coated black dog