Niños, verano y piscina: consecuencia para la piel y problemas en las manos
Llega el verano y los pequeños deportistas se transforman en verdaderos renacuajos.
Pero en verano debemos ser más precarios que nunca con el cuidado y la protección de la piel.
1. SOL: enemigo público nº1
Empezaremos por lo básico: uso de protector solar.
Si a muchos adultos les cuesta ser conscientes de la importancia de proteger su piel de los rayos UV del sol, con los niños es mucho peor. Además los pequeños suelen pasar muchas más horas en el agua por lo que la sensación de quemazón/ardor de la piel no existe hasta que es demasiado tarde.
Como todos nos lo sabemos, hacemos un resumen:
2. SAL, CLORO Y DESHIDRATACIÓN
Pasar muchas horas a remojo provoca la deshidratación de nuestra piel. El sudor, el sol, el agua salada del mar y el cloro de la piscina agreden nuestra piel y aceleran su deshidratación.
Es importante tanto el uso de cremas hidratantes y aftersun, como controlar que los pequeños nadadores beban los suficientes líquidos.
Por último, evitar las duchas muy calientes y utilizar jabones poco agresivos (evitar sulfatos) y con de pH 5.5, mas compatible con la piel. Este año es más importante que nunca porque vamos el hidrogel en el bolsillo para evitar contagios y prevenir que esas manitas vayan tocando todo sin protección, pero esto provoca piel más deshidrata y expuesta a otras agresiones.
Deberíamos acostumbrarnos a combinar el uso de gel hidroalcohólico con la aplicación diaria de crema de manos para mantener la piel de los niños, y la nuestra, es buenas condiciones y evitar la aparición de grietas y piel escamada.
Y te preguntarás, ok todo esto lo sé, ¿es necesario un post específico sobre esto? La respuesta es sí, nunca está demás recordar esta información básica pero es que es el caldo de cultivo perfecto para la aparición de otro tipo de lesiones dermatológicas propias del verano.
3. DACTILITIS DE LAS PISCINAS
Aunque es una lesión pequeña es muy molesta y suele desembocar cada verano en numerosas visitas al pediatra. ¿Síntomas? Yemas de los dedos enrojecidas e hinchadas.
Pero tranquilos, no es más que el resultado fricción de los dedos de los más pequeños con el borde de la piscina, imagina que te pasas escalando toda la tarde con las manos húmedas ¿cómo se quedarían tus yemas? pues eso.
Se produce cuando los dedos reblandecidos con piel de “garbanzo” por el agua se agarran al borde abrasivo de la piscina para descansar de forma repetida. Al final tenemos una rozadura dolorosa y molesta en las yemas de los dedos.
¿Remedio? Un día de descanso de piscina (o al menos menos tiempo), hidratación a tope y el uso de antifricciones resistentes al agua harán que los renacuajos puedan seguir disfrutando del verano sin perder los dedos por el camino. El tema de las rodillas ya… lo dejamos a su habilidad con la bici y los saltos.
Es importante huir de vaselinas o productos derivados del petróleo, los más pequeños suelen llevarse a la boca las manos más de lo que deberían, por lo que debemos usar cremas o bálsamos naturales con lanolina y cera de abejas que sean absorbidos por la piel. El efecto protector de estos bálsamos es más duradero en el tiempo ya que trabajan de forma interna en la piel para hacerla más resistente al roce o la fricción.
Desde Najara os recomendamos nuestro bálsamo neutro, sin aceites esenciales para las pieles más delicadas y de los más pequeños. Tiene una triple acción:
Llevar nuestro bálsamo neutro es un seguro: es un remedio eficaz para evitar rozaduras de chanclas y proteger los tobillos de los más pequeños, pero sobre todo porque te servirá para aliviar las pequeñas picaduras típicas de esta época gracias a sus ingredientes antiinflamatorios como la caléndula y la manzanilla.