Los fofisanos también hacemos deporte
Entrar en Instagram y ver cuerpos hercúleos, músculos más definidos que nuestro televisor 4K y rutinas de entrenamiento más cercanas a una tortura que a una vida sana.
Y piensas ‘bufff si yo solo quiero ponerme en forma y probar un nuevo deporte’ pero toda la información que encuentras está escrita y grabada para superheores.
Tranquilos, aquí estas a salvo de brabuconadas. Para salir a correr, hacer una ruta en bici o escalar no hace falta estar tan en forma como Usain Bolt, solo hace falta determinación, constancia y ganas de sacrificio. El camino se hace al andar. Para no desanimarte empecemos por lo básico:
0. Sigue las pautas de un profesional.
Si te inicias en un deporte es importante que al principio sigas las pautas de un profesional para evitar lesiones y aprender bien la técnica. Pequeños trucos, advertencias y el knowhow de quien sabe te ayudarán a conocer el deporte antes y mejor.
1. No te sobre equipes.
No te gastes un pastón el día menos uno. Cuando empiezas un deporte es fácil caer en el error de acudir a la tienda de portes más cercana y arrasar, quieres parecerte al resto de deportistas y que no noten que eres un novato.
Error, se va a notar. No te moverás con la misma agilidad, no conocerás el argot, no tendrás mil batallitas y sobre todo tu rendimiento no será igual, y no hay nada más ridículo que un amateur vestido como un deportista de élite. Ve poco a poco, tienes que conocer tus necesidades, tus preferencias y las marcas que mejor encajan contigo. NO TENGAS PRISA.
2. Fíjate objetivos reales, y realizables.
Si no eres capaz de mantener una rutina de salir a correr todos los días no puedes plantearte una maratón, ni hacer un 8c sin haberte subido todas las rutas del roco 500 veces. Así que antes de lanzarte a apuntarte a todas las carreras o buscar la pared más lisa de tu comunidad crea una rutina. Una vez tengas una rutina tu cuerpo comenzará a estar preparado para subir la intensidad. Prevendrás lesiones y las endorfinas sustituirán a dolorosas agujetas que te animarán a seguir, esto nos lleva al paso tres.
3. Escucha a tu cuerpo.
Tu cuerpo te irá avisando de cuando es el momento de ir subiendo la intensidad y el nivel de los retos. Cuando las agujetas ya no sean un problema, cuando después de tus rutas habituales no necesites echarte una siesta de 5 horas ni arrastres el cansancio durante toda la semana es hora de ir al siguiente nivel, no antes.
En esta fase aparecerán problemillas que no esperabas: rozaduras, escoceduras, dolores en músculos que no conocías… y debes ponerlos fin antes de que se conviertan en problemas reales.
Dolores musculares recurrentes: los corredores noveles pueden sufrir de dolores recurrentes en la planta del pie o la cadera y lo más probables es que tus deportivas no sean las adecuadas, acude a un especialista y averigua cuales son las más adecuadas para ti.
Manos ásperas, grietas y desprendimiento de callos: has empezado a usar magnesio y tus manos no están preparadas. Nunca lo estarán porque el magnesio es un resecante muy potente, mejora el agarre, pero destroza tus manos. Por eso es importante que desde el primer día que usas magnesio contrarrestes sus efectos con cremas hidratante potentes. Aprenderás a limarte los callos y usar cremas que ayuden a tu piel a regenerarse. Obviamente te recomendamos nuestra gama cuidado de manos.
Rozaduras y escozores en muslos, axilas, pezones o ingles: la experiencia, más bien las malas experiencias, te enseñarán a elegir el textil de tus camisetas (nada de algodón, prendas ligeras, suaves y de rápido secado). También conocerás los antifricción que desde el primer día de calor se convertirán en tu mejor amigo.
4. Celebra cada avance.
Ponerse en forma o conocer un nuevo deporte no es rápido y puede desmotivarnos por eso es importante irte marcando pequeños objetivos y cada vez que se superan, celebrarlo. Aumentar 5 minutos de tu rutina de correr, disminuir los agarres en una subida, no sufrir agujetas después de una sesión dura, atreverte a nuevas rutas…

Te lo prometemos si sigues estos pasos tus músculos se fortalecerán, los “flotadores” irán disminuyendo, y no te dejarás la salud, el dinero ni las ganas en el proceso.